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Cómo adaptar tu cartera a cada etapa de tu vida

Resumen Ejecutivo

  • No puedes invertir como un loco a los 50 y esperar que todo salga bien.
  • La clave es ajustar tu portafolio conforme cambia tu horizonte de inversión.
  • Más joven, más riesgo. Más viejo, más seguridad. 
  • Vamos a hablar de la securización progresiva, una estrategia que evita que te quedes sin dinero cuando más lo necesitas.

No puedes invertir igual a los 20 que a los 60, a menos que te encante jugar a la ruleta rusa con tu futuro, necesitas una estrategia clara para adaptar tu cartera en cada etapa de tu vida.

Aquí entra en juego la securización progresiva, que en términos simples significa arriesgar cuando puedes y proteger cuando debes. No se trata de “ser conservador” o “ser agresivo”, se trata de tener sentido común. Porque si llegas a la edad de jubilación con el 90% de tu dinero en acciones y el mercado colapsa, pues, acabas de auto-sabotear tu retiro.

Así que vamos a lo importante: cómo ajustar tu portafolio para que tu dinero trabaje a tu favor sin que tú te conviertas en su esclavo.

Concepto de la Securización Progresiva

Si sigues invirtiendo como si tuvieras 25 cuando ya tienes 55, te estás buscando un problema. No puedes permitirte el lujo de perder la mitad de tu portafolio justo cuando necesitas retirarte. La securización progresiva es la estrategia que evita que esto te pase.

Este mecanismo reduce gradualmente la exposición a activos riesgosos, como las acciones, y aumenta la inversión en activos más seguros, como bonos y fondos en euros. ¿Por qué? Porque mientras más largo sea tu horizonte de inversión, más riesgo puedes asumir. Pero conforme se acorta, necesitas disminuir la volatilidad y asegurar que tu dinero esté donde lo necesitas cuando realmente lo necesitas.

Si no ajustas tu portafolio, podrías encontrarte en la desagradable situación de ver cómo tu fondo de retiro desaparece en una mala racha del mercado. Y eso es algo que nadie quiere vivir.

Adaptación a la Tolerancia al Riesgo

Cada persona tiene una tolerancia diferente al riesgo, pero hay una verdad universal: nadie quiere perder dinero cuando está a punto de necesitarlo. La securización progresiva alinea tu portafolio con tu perfil de riesgo y tu horizonte temporal, evitando que cometas errores costosos en los momentos más críticos.

Imagínate a un inversor que ignora este principio: tiene 90% de su dinero en acciones a los 60 años y el mercado colapsa. Felicidades, acabas de retrasar tu jubilación unos 10 años. La estrategia correcta es ajustar gradualmente tu portafolio, asegurando que tu exposición al riesgo disminuya a medida que te acercas a la meta.

Según un informe del Banco Mundial (2024), los mercados financieros han experimentado ciclos de alta volatilidad en las últimas décadas, afectando significativamente a inversores sin estrategias de mitigación de riesgos. Fuente.

Método de Aplicación

Implementar la securización progresiva no es complicado, pero sí requiere disciplina. ¿Cómo se hace?

  1. Revisión y ajuste anual: No puedes simplemente dejar tu portafolio en piloto automático. Cada año, revisa la asignación de activos y ajústala según tu horizonte de inversión.
  2. Reducción progresiva de acciones: Comienza con una alta exposición a renta variable cuando eres joven y reduce gradualmente esa participación conforme te acerques a la fase de retiro.
  3. Aumento de activos seguros: El capital que necesitas en el corto plazo debe estar en bonos, fondos en euros o activos menos volátiles, no en acciones tecnológicas con movimientos salvajes.

Si no sigues este proceso, te arriesgas a perder mucho en el peor momento posible. Y no, no se trata de miedo, se trata de sentido común financiero.

Ejemplo Práctico con NALO

Para los que necesitan ver números en acción, aquí tienes un ejemplo con NALO, un robo-advisor que aplica la securización progresiva de forma automática.

  • Si tienes más de 25 años de horizonte de inversión, comienzas con 80% en acciones.
  • Cada año, reduces tu exposición en un 1% e incrementas tu inversión en activos seguros.
  • Ejemplo:
    • Año 1: 80% en acciones.
    • Año 2: 79% en acciones.
    • Año 3: 78% en acciones…
    • Así sucesivamente, asegurando una transición gradual y controlada hacia un portafolio más conservador.

Este método garantiza que no te despiertes un día y te des cuenta de que el 50% de tu portafolio desapareció mientras dormías.

Conclusión

Invertir no es solo cuestión de ganar más dinero, sino de no perderlo cuando más lo necesitas. Si no ajustas tu estrategia con el tiempo, el mercado se encargará de ajustarla por ti, y no te va a gustar cómo lo haga.

Así que deja de pensar que puedes vencer al mercado para siempre y empieza a jugar inteligentemente. La securización progresiva no es opcional, es una necesidad.