Clase de activos: los bonos
¿Por qué deberías considerar invertir en bonos?
En esta lección, exploraremos los bonos como clase de activo. Aprenderás qué son exactamente, por qué podrían merecer un lugar en tu cartera de inversión y cómo pueden ayudarte a alcanzar tus objetivos financieros con mayor estabilidad.
¿Qué son los bonos y por qué son importantes?
Los bonos son, esencialmente, préstamos que tú otorgas a gobiernos o empresas. Cuando compras un bono, estás prestando tu dinero a cambio de pagos periódicos de intereses y la devolución del principal al vencimiento.
Los bonos son instrumentos de renta fija, lo que significa que, como inversora, sabes de antemano cuánto vas a cobrar a lo largo del tiempo, ya que el flujo de fondos está predeterminado. Esto contrasta con los instrumentos de renta variable (como las acciones), donde el rendimiento futuro es incierto.
Históricamente, los bonos a largo plazo en Estados Unidos han generado una rentabilidad media de aproximadamente 5,7% anual. Este rendimiento es significativamente inferior al de las acciones a largo plazo, pero los bonos te ofrecen dos ventajas fundamentales: estabilidad y seguridad.
Menos riesgo, más estabilidad
Si analizamos la volatilidad (cuánto fluctúa el precio), los bonos resultan sustancialmente más estables que las acciones:
- Bonos gubernamentales de 5 años: 5,6% de volatilidad
- Bonos gubernamentales de 20 años: 9,8% de volatilidad
- Acciones de gran capitalización: 19,7% de volatilidad
Esta diferencia se traduce en un comportamiento mucho más predecible durante crisis económicas. Por ejemplo, en períodos recientes de turbulencia financiera:
- Las acciones llegaron a experimentar caídas de hasta un -17%
- Los bonos de 20 años apenas disminuyeron un -3,3%
- Los bonos de 5 años incluso registraron ganancias ligeras de +0,5%
Esta capacidad para preservar capital en momentos difíciles hace que los bonos sean una excelente herramienta para estabilizar tu cartera.
Ganancias ajustadas a la inflación
Si bien los rendimientos nominales de los bonos pueden parecer modestos, su verdadero valor se aprecia cuando consideras la inflación. Los bonos estadounidenses han generado, históricamente, un rendimiento real del 2,1% anual (descontando la inflación).
Aunque las acciones han producido un rendimiento real superior (6,6% anual), su mayor volatilidad implica que no todas las inversoras pueden tolerar emocionalmente sus fluctuaciones. Los bonos te proporcionan una alternativa más serena, especialmente si estás cerca de alcanzar tus objetivos financieros o simplemente prefieres un camino menos turbulento.
Los bonos como aliados en tiempos difíciles
Durante crisis como la de 2008 o la pandemia de COVID-19, muchas acciones sufrieron caídas dramáticas. Sin embargo, los bonos de medio y largo plazo en Estados Unidos experimentaron aumentos de valor. Esto ocurre porque los bonos suelen mostrar un comportamiento contracíclico respecto a las acciones.
Esta correlación negativa te ofrece dos ventajas estratégicas:
- Protección de cartera: Los bonos amortiguan las caídas de tu cartera global durante crisis
- Oportunidad de rebalanceo: Puedes vender bonos que han subido para comprar acciones a precios reducidos
El rebalanceo anual de tu cartera te permite aprovechar sistemáticamente esta dinámica, potenciando tus rendimientos a largo plazo mientras reduces el riesgo.
¿Quién emite los bonos?
Cuando una empresa o un gobierno necesita financiamiento, puede recurrir al mercado de capitales emitiendo bonos:
- Los bonos emitidos por empresas se denominan obligaciones negociables
- Los emitidos por gobiernos se conocen como títulos públicos
El prospecto de emisión: la clave del bono
Antes de emitir un bono, los emisores redactan un prospecto de emisión, documento que detalla todas las características del bono:
- Fecha de emisión y vencimiento
- Tasa de interés (rendimiento)
- Moneda de pago
- Forma de amortización (cómo se devuelve el capital)
- Periodicidad de pago (cuándo se cobrarán intereses o capital)
- Ley aplicable que protege al inversor
Es crucial entender que las condiciones del prospecto no pueden cambiar unilateralmente sin incurrir en incumplimiento ("default").
Alternativa al efectivo en ciertos escenarios
Los bonos también representan una opción superior al efectivo o fondos monetarios en determinados contextos, especialmente cuando:
- Buscas preservar capital sin renunciar completamente a rendimientos
- La inflación es baja o negativa
- Necesitas liquidez a medio plazo (1-5 años)
Si bien ofrecen menor rendimiento potencial que las acciones, los bonos te brindan mayor seguridad y estabilidad con rendimientos superiores a los depósitos tradicionales.
Tipos de bonos según la amortización del capital
Existen diferentes estructuras de pago en los bonos:
- Bonos bullet: Pagan intereses periódicamente y devuelven el capital íntegramente al vencimiento. Son los más comunes.
- Bonos con amortización: Pagan intereses periódicamente y devuelven el capital distribuyéndolo equitativamente a lo largo del tiempo.
Cómo funcionan los bonos en la práctica
Los bonos operan con un sistema de amortización distinto al de los préstamos tradicionales:
- Tienen un valor nominal (generalmente 100), que es el precio al que se emite.
- Pagan un cupón (por ejemplo, 5% anual), que son los intereses que recibes regularmente.
- Tienen una duración determinada (por ejemplo, 10 años), al final de la cual recuperas el capital.
A diferencia de un préstamo bancario común, con los bonos solo recibes los intereses periódicamente, y el capital se recupera al vencimiento (en el caso de bonos bullet).
Evaluación de la rentabilidad: indicadores clave
Para evaluar si es conveniente comprar o vender un bono, se utilizan tres indicadores clave:
- Duration: Mide la sensibilidad del precio del bono ante cambios en las tasas de interés
- Yield (rendimiento): Expresa la rentabilidad total del bono
- Spread: Diferencial de rendimiento respecto a un bono de referencia (generalmente de bajo riesgo)
Estos indicadores te permiten comparar bonos de diferentes emisores y países, facilitando tu elección según tu perfil de riesgo.
Riesgos asociados a la inversión en bonos
Es importante aclarar que la renta fija no está exenta de riesgos, a pesar de su nombre. En 2022, por ejemplo, muchos activos de renta fija experimentaron caídas significativas, algunas superando el 20%, y caídas del 10% fueron bastante comunes. Estos son los principales riesgos que debes considerar:
Riesgo de crédito o impago
Este se refiere a la posibilidad de que el emisor del bono (gobierno o empresa) no pueda cumplir con sus obligaciones de pago. Esto puede derivar en:
- Retrasos en el pago de intereses
- Quiebra del emisor
- Negociación de "quitas" (devolución parcial del capital)
En situaciones extremas, esto podría llevar a la pérdida parcial o total de tu inversión.
Riesgo de tipos de interés
El valor de mercado de los bonos fluctúa en dirección opuesta a los movimientos de las tasas de interés. Si compras un bono y las tasas suben, el valor de tu bono en el mercado secundario caerá. Este efecto es más pronunciado cuanto mayor sea la duración del bono.
Consideraciones para la venta anticipada
Es posible vender un bono antes de su vencimiento, pero esto te expone a las fluctuaciones del mercado en ese momento. El precio al que podrás venderlo dependerá de las condiciones vigentes, pudiendo resultar en ganancias o pérdidas respecto a tu inversión inicial.
Conclusión: La importancia de incluir bonos en tu cartera
Los bonos no te convertirán en millonaria de la noche a la mañana, pero te ofrecen algo igualmente valioso: estabilidad, seguridad y diversificación. Funcionan como la base sólida de tu estrategia de inversión, proporcionando estructura y equilibrio al conjunto.
Piensa en los bonos como los cimientos de una casa: no son la parte más visible o glamurosa, pero sin ellos, toda la estructura sería vulnerable a derrumbarse ante la primera tormenta.
Es fundamental entender tanto sus beneficios como sus riesgos para poder utilizarlos correctamente como parte de tu estrategia de inversión.