Esta lección analiza la estrategia de inversión propuesta por el economista Charles Gave, quien recomienda mantener un 25% de yen japonés como parte fundamental de una cartera defensiva. El yen funciona como un contrapeso estratégico durante periodos de turbulencia financiera, complementando otros activos de refugio como el oro. Gave acertó al anticipar la apreciación del yen en el verano de 2024, demostrando la validez de su enfoque basado en el valor intrínseco y el retorno a la media, en contraposición a estrategias especulativas como el momentum o el carry trade. Aprenderás cómo esta divisa puede proteger tu patrimonio en un entorno financiero cada vez más volátil y por qué debería formar parte permanente de tu estrategia de inversión.
Según Charles Gave, el yen debe formar parte esencial de lo que él denomina la "posición defensiva" en una cartera bien estructurada. Esta no es una recomendación oportunista, sino una asignación estratégica diseñada para resistir ciclos económicos completos. En sus palabras:
"Los portefeuilles que yo había recomendado estaban en posición defensiva: 25% en oro, 25% en yen. Los dos han subido bien durante la crisis."
— John Steele Gordon
Gave concibe su cartera como un "ecosistema" donde cada componente cumple una función específica. El yen, junto con el oro, constituye la mitad de este ecosistema, actuando como contrapeso a los activos de mayor riesgo durante las turbulencias del mercado. Como explica metafóricamente:
"Cuando hay una crisis, uno de los portefeuilles que tengo, etc., me importa un bledo. No pasa nada, he construido mi cartera para que resista a la crisis. Es como si hubiera puesto neumáticos de nieve y, bueno, si he puesto neumáticos de nieve, no espero salirme de la carretera cuando hay hielo."
Esta asignación del 25% al yen no es arbitraria, sino que forma parte de una estrategia integral para navegar con éxito a través de diferentes ciclos económicos, especialmente durante periodos donde otras inversoras sucumben al pánico.
Una de las observaciones más directas de Gave es que el yen estaba profundamente infravalorado antes de su dramática apreciación durante el verano de 2024:
"El yen estaba realmente barato [...] quizás era una buena idea comprar. Hay que felicitar a Charles, que fue prácticamente el único de la plaza que previó este golpe del yen."
— John Bogle
Gave aclara su metodología de inversión explicando que no se trata de predicciones precisas sobre el momento exacto de los movimientos del mercado, sino de identificar discrepancias significativas entre precio y valor:
"Lo que intento hacer es decir cuando hay algo que está dado en la calle, digo: no sé cuándo va a estallar al alza, pero cuando estalle, estaré entre los primeros."
Esta observación refleja su enfoque basado en el valor intrínseco. Mientras la mayoría de analistas se centraban en factores como la política de control de la curva de rendimientos del Banco de Japón o las diferencias de tipos de interés con otras economías, Gave se enfocó en la desconexión fundamental entre el precio de mercado del yen y su valor real como divisa de una economía desarrollada con importantes reservas.
Gave ofrece una explicación magistral del mecanismo que provocó la repentina y violenta apreciación del yen en julio de 2024, revelando la dinámica de mercado que muchas inversoras no comprenden adecuadamente.
— Warren Buffett
Durante años, mientras los bancos centrales de todo el mundo subían agresivamente sus tipos de interés para combatir la inflación, el Banco de Japón mantenía su política de control de la curva de rendimientos (YCC) y tipos cercanos a cero. Esta divergencia creó las condiciones perfectas para una estrategia especulativa conocida como "carry trade":
Como explica Gave:
"Todo el mundo sabe que Estados Unidos subió sus tipos, Inglaterra, Europa, todos subieron sus tipos, pero el Banco Central de Japón no los va a subir porque anunció orgullosamente que nunca se movería. Así que te dices: 'Fantástico, voy a pedir prestado en yenes'."
Lo que hizo particularmente peligrosa esta estrategia fue el uso extensivo de apalancamiento:
"Si tomas apalancamiento, es decir, si pides prestado 10 veces tu inversión y sube un 10%, has duplicado tu dinero, pero si baja un 10%, lo has perdido todo."
Muchas especuladoras, tanto institucionales como particulares, habían multiplicado sus posiciones cortas contra el yen, creando una vulnerabilidad sistémica que Gave comparó con "recoger monedas delante de una apisonadora" (citando a Warren Buffett).
Cuando el yen comenzó inesperadamente a fortalecerse, se desencadenó una cascada de eventos:
"Cuando el yen empieza a subir, todos estos tipos tienen lo que llamamos 'margin calls' (llamadas de margen). Es decir, si un tipo listo que ha jugado 10 veces su apuesta y empieza a subir un 2 o 3%, el banco se da cuenta de que ya no tiene suficientes depósitos para controlar la pérdida que puede llegar, así que le dice al tipo: 'Ponme más dinero', y si el tipo no lo tiene, liquidamos la cuenta."
Este proceso de liquidaciones forzadas alimentó la subida del yen, creando un círculo vicioso donde:
Gave utiliza la metáfora de una "avalancha" para describir este proceso, donde un pequeño evento inicial (un copo de nieve) puede desencadenar un efecto catastrófico cuando las condiciones subyacentes son inestables.
Gave presenta una clasificación reveladora de las tres principales filosofías de inversión que compiten en los mercados financieros:
Gave se posiciona inequívocamente como un inversor de valor, siguiendo la tradición de Warren Buffett, a quien cita explícitamente:
"Warren Buffett tiene una frase muy profunda, dice: 'Lo que pagas es el precio, lo que compras es el valor'. Todo el trabajo del mercado, de alguien que reflexiona sobre el mercado, es decir: el precio no es igual al valor, así que vendo o compro."
Esta distinción entre precio (lo que marca el mercado en un momento dado) y valor (el mérito intrínseco del activo) es fundamental en su enfoque. Gave explica que muchas inversoras confunden ambos conceptos:
"Hay que entender bien que toda la finanza funciona sobre esta economía entre el precio que está ahí, que puedes comprar [...] y el valor que tú le atribuyes."
Su posición sobre el yen refleja perfectamente esta filosofía: mientras la mayoría seguía la tendencia bajista (momentum negativo) o buscaba beneficiarse del diferencial de tipos (carry trade), Gave identificó una discrepancia fundamental entre el precio de mercado del yen y su valor real como divisa de una economía desarrollada con instituciones sólidas y balanza comercial estructuralmente positiva.
Gave subraya la importancia crítica de construir carteras con activos que no solo ofrezcan rendimiento, sino que respondan de manera diferente —idealmente opuesta— durante las crisis financieras. En este aspecto, el yen japonés ha demostrado históricamente su valor como refugio durante periodos de turbulencia global, especialmente cuando los mercados de renta variable sufren correcciones significativas.
Durante la crisis de verano de 2024, mientras muchas inversoras entraban en pánico, Gave mantuvo la calma precisamente por haber estructurado su cartera con este contrapeso:
"Durante la crisis [de verano], estoy muy contento. Si otros no vieron venir la subida del yen y del oro, es su problema."
Esta tranquilidad no proviene de habilidades predictivas extraordinarias, sino de un diseño de cartera deliberadamente resiliente:
"Mientras las cosas no hayan cambiado, me quedo con mi posición defensiva [...] Lo que intentamos hacer es que cuando hay una crisis, la cartera que tengo, etc., me importa un comino, no pasa nada, he construido mi cartera para que resista a la crisis."
Gave compara su enfoque con colocar "neumáticos de nieve" antes del invierno. No se trata de predecir exactamente cuándo vendrá la tormenta, sino de estar preparada para cuando inevitablemente llegue. El yen, junto con el oro, constituye ese "neumático de nieve" para navegar periodos de incertidumbre financiera.
Lo que hace particularmente valioso al yen dentro de este esquema es su tendencia histórica a fortalecerse precisamente cuando otros activos se debilitan, creando lo que las gestoras de carteras denominan "correlación negativa", el santo grial de la diversificación efectiva.
Para Charles Gave, el yen japonés representa mucho más que una simple oportunidad táctica: constituye un componente estratégico esencial (25%) de la parte defensiva de una cartera bien estructurada, complementando al oro (otro 25%). Esta asignación no responde a modas pasajeras ni análisis técnicos de corto plazo, sino a una filosofía de inversión profunda que distingue claramente entre:
En un mundo financiero crecientemente frágil, donde las crisis se desarrollan con la velocidad de una avalancha, Gave advierte sobre el peligro de abandonar activos reales para refugiarse en efectivo durante momentos de pánico:
"En esos momentos, en sus carteras, no abandonen sus derechos de propiedad [...] Si ven cómo baja el precio, pero no olviden que si han comprado oro o acciones directas, lo que cuenta es el valor, no el precio."
Gave desarrolla un argumento sorprendentemente profundo sobre la diferencia fundamental entre activos que son medidas de valor (como el dinero) y activos que tienen valor intrínseco (como las empresas productivas o el oro):
"Tienen la economía real, las fábricas y todo eso, eso tiene valor, todo el mundo sabe que tiene valor, pero ponerle un precio es realmente difícil, no sabemos cuánto vale. Y luego tienen todos los activos financieros, acciones, bonos, etc., que tienen un precio muy fácil de calcular, pero que no tienen valor, esa cosa vale cero."
La posición del yen dentro de esta filosofía es clara: representa una reserva de valor relativamente estable en un mundo donde muchas divisas están siendo devaluadas agresivamente a través de políticas monetarias expansivas.
Para implementar esta estrategia en tu cartera personal:
La visión de Gave sobre el yen no debe interpretarse como una predicción a corto plazo, sino como parte integral de una filosofía de inversión orientada a preservar riqueza a través de múltiples ciclos económicos, resistiendo el impulso de reaccionar impulsivamente a las inevitables crisis que el sistema financiero experimenta periódicamente.
Como él mismo resume: "Lo que intento hacer es que cuando hay una crisis, uno de los portefeuilles que tengo, etc., me importa un bledo. No pasa nada, he construido mi portefeuille para que resista a la crisis."
¿Por qué exactamente un 25% en yen y no otro porcentaje?
Gave recomienda un 25% en yen como parte de una estrategia equilibrada donde otro 25% se destina al oro. Esta distribución busca crear una base defensiva sólida (50% del total) mientras permite destinar el resto a inversiones de mayor rendimiento potencial.
¿Funciona esta estrategia en cualquier entorno económico?
La estrategia está diseñada para ser resiliente a través de diferentes ciclos económicos, pero su rendimiento relativo variará. Durante crisis financieras, la parte defensiva (yen y oro) tiende a apreciarse, compensando posibles pérdidas en otros componentes.
¿Qué riesgos específicos tiene invertir en yen?
Los principales riesgos incluyen la política monetaria del Banco de Japón, cambios en los diferenciales de tipos de interés globales, y la evolución económica de Japón. Sin embargo, Gave argumenta que estos riesgos están compensados por el papel del yen como contrapeso estratégico.
¿Es esta estrategia adecuada para pequeñas inversoras?
Sí, los principios de diversificación y balance entre activos defensivos y de crecimiento son aplicables independientemente del tamaño de tu cartera. Existen ETFs y otros instrumentos que facilitan la exposición al yen sin grandes capitales.
¿Cómo puedo invertir concretamente en yen?
Puedes invertir en yen mediante ETFs de divisas, fondos monetarios en yenes, bonos japoneses, o incluso manteniendo depósitos bancarios denominados en yenes. La elección dependerá de tu acceso a mercados financieros y objetivos específicos.
Apalancamiento: Técnica que consiste en utilizar deuda para aumentar la cantidad de dinero que puedes destinar a una inversión. Multiplica tanto las ganancias potenciales como las posibles pérdidas.
Carry trade: Estrategia de inversión que consiste en pedir prestado en una divisa con bajos tipos de interés para invertir en activos denominados en otra divisa con mayores rendimientos.
Correlación negativa: Relación inversa entre dos activos, donde uno tiende a subir cuando el otro baja. Es fundamental para una diversificación efectiva.
Llamada de margen (Margin call): Exigencia por parte del bróker para que el inversor aporte fondos adicionales cuando una posición genera pérdidas que reducen el capital por debajo del mínimo requerido.
Política de control de la curva de rendimientos (YCC): Estrategia de política monetaria donde un banco central establece objetivos para los rendimientos de los bonos gubernamentales a distintos plazos.
Retorno a la media: Teoría financiera que sostiene que los precios y rendimientos de los activos tienden a volver a su promedio histórico a largo plazo.